Ensalada de rúcula, Provolone y granada.

He ideado esta receta porque mis amigos Loli y Jaime me trajeron una bandeja de granos de granada deshidratados que son otra forma de comercializar uno de los productos estrella de la agricultura de Elche y zonas limítrofes.
He estado varios días dándole vueltas a la cabeza y creo que el resultado puede ser aceptable.

Ingredientes:

100 g de granos de granada deshidratada.
1 rodaja de queso Provolone.
Rúcula.
Cebollitas en vinagre.
Aceite de oliva.

Preparación:

En primer lugar lavamos la rúcula y la disponemos en el fondo del plato, aliñaremos con un poco de aceite de oliva, después en una sartén pondremos el queso Provolone, cortado en trozos, a la plancha durante unos segundos y a continuación lo sacamos y lo colocamos sobre la rúcula.




Para hacer los granos de granada, calentaremos aceite de oliva en una sartén y cuando esté muy caliente metemos los granos dentro de un colador y los sumergimos en el aceite hasta que se hinchen del mismo modo que lo hace el arroz salvaje, esto pasa en unos segundos y no conviene mantenerlos más porque se queman y amargan. Los sacaremos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y a continuación también los ponemos sobre el queso.







Por último haremos una vinagreta con unas cuantas cebollitas en vinagre con un chorro de aceite de oliva y pasado por la batidora hasta que quede una pasta fina, salseamos y a comer.








Esta ensalada juega con el sabor amargo de la rúcula, la cremosidad del queso, el dulzor de la granada y la acidez de las cebollitas en vinagre que al final dan una mezcla bastante rica.



Los granos de granada deshidratada llevan todavía la pulpa y al hacerlos en el aceite quedan un poco caramelizados y se pueden pegar a los dientes al comerlos, que podría ser la única pega, pero si no añadimos demasiados granos no pasa nada.